Estimulación Cognitiva

Los procesos cognitivos básicos son: la percepción, la atención, la orientación, la memoria, el lenguaje y el razonamiento. Mediante los procesos cognitivos básicos los individuos somos conscientes de la realidad.

A través de la percepción-atención obtenemos información del mundo exterior, donde se destacan unas características esenciales y se inhiben otras que no lo son. Por tanto, es un proceso selectivo de la información.

Esta información puede ser procesada y almacenada, mediante la memoria, o bien desechada. La memoria consta de tres etapas: retención, almacenamiento y recuperación; un fallo en cualquiera de las tres etapas daría paso al olvido de la información. Gracias a los programas de entrenamiento de memoria es posible acelerar el procesamiento de la información y reducir las diferencias en recordar.

Después de dicha información, podemos definir estimulación cognitiva como la realización de tareas para activar y mantener las capacidades cognitivas anteriormente citadas, al tiempo que se refuerzan las capacidades emocionales y relacionales.

Uno de los objetivos básicos de la estimulación cognitiva es favorecer la neuroplasticidad. Este concepto hace referencia a la respuesta dada por el cerebro para adaptarse a nuevas situaciones y a restablecer el equilibrio alterado, cuando se ha producido una lesión. Es decir, se produce una regeneración de las neuronas lesionadas, al tiempo que se establecen nuevas conexiones neuronales.

Por tanto, el entrenamiento cognitivo facilita al sujeto el uso efectivo de estrategias para la correcta resolución de determinadas tareas intelectuales.